Yo creo que una buena cena romántica es la conjunción de todos
esos pequeños detalles que das y compartes, y como yo soy requeté linda…
ustedes también serán parte de esta experiencia…
Todo es cuestión de decidirte, en mi caso se lo
debo al señor que vendía higos ese día en mi camino a mi casa… me dije… “mmmm… por qué no? Para cambiar la
rutina…” así que rápidamente hice una nota mental de los elementos que necesitaría
y después de una escala a la tienda para comprar lo que me faltaba…
comenzamos el delicioso placer de olores y sabores…
Cocinar este tipo de cosas es toda una
experiencia extrasensorial, donde se vuelven importantes los olores, los sabores, las sensaciones y que estés consciente de cada parte de tu piel, porque si es una cena con claros tintes románticos es básicamente para enamorar, para consentir y
para que cada paso sea una verdadera explosión de sentidos, por lo que debe de
ser casi perfecta desde el comienzo no??
Así que empecé con apagar la mayoría de las
luces, prender una vela aromática (manzana con canela) y dirigir la lámpara a un
rincón para tener la atmósfera perfecta!!! Ahora la música… a ver, a ver, a ver…
tomamos rápidamente la lista inteligente del iTunes con el nombre de “Romantic
Music” donde ya están las favoritas y seductoras de Frank Sinatra, Michael
Bublé, una que otra de Adele, Tracy Chapman, Louis Armstrong, Edith Piaf y Billie
Holliday…
El calor ayuda para que un short y una playera puedan hacerte sentir más cómoda mientras sacas la olla, el destapacorchos, una pala de madera y un vaso, los demás elementos los dejas en la mesa para comenzar con la fiesta de colores, los naranjas, los verdes, el púrpura, el dorado y el negro te acompañan...
Antes que nada y al ritmo de "That's Life" comienzas a sentir el chorro de agua entre tus dedos, que combina perfecto con la suave piel de los higos al lavarlos... Frank Sinatra hace que innevitablemente te sientas en una película clásica en blanco y negro...
Lo siguiente es dejar que el ambiente se llene con el aroma de la canela al fuego y de compañía un poquito de vainilla... desde ahí puedes notar que la habitación ya es diferente... al fondo Billie Holiday con Blue moon hacen que destapes el vino entre nubes.
Dejas que la dulzura te llene la nariz y que mejor si es por el dulce aroma a la miel, la cáscara de una naranja, unas cuantas hojas de menta y Everything de Michael Bublé hace que bailes mientras de contrabando te comes un pedazo de higo que estás rebanando y todo combina y la habitación entera te está haciendo soñar despierta... de nueva cuenta es como si lo vieras todo en una película y te pones a cantar con el micrófono que hiciste con la pala de madera.
El momento es tan perfecto que para la última estrofa comes un pedacito de fruta más, pero esta vez mantienes por un instante más los dedos en tu boca, en algún momento este simple acto se transformó porque la experiencia se vuelve en cámara lenta, cierras los ojos y es como si te dieran un beso, tus sentidos están igual de despiertos.
Con la llegada de Adele y The One & Only dejas que el vino sea el que envuelva todos los ingredientes mientras te imaginas mil cosas y sonríes ante cientos de recuerdos que se acumulan en tu cabeza y las imágenes hacen este pequeño cortometraje...
Puedes aún en tu nariz sentir un poco del alcohol que poco a poco se va desvaneciendo y finalmente preparas la mesa como si fuera una cena de gala, mientras que apagas el fuego y dejas que enfríe un poco y Louis Armstrong te provoca cambiar la playera y el short por un vestido cómodo y adecuado para la ocasión...
Vacías esta dulce mezcla de olores y sabores en una cama de higos rebanados, al final sabes que un jamón serrando hará que sea toda una experiencia...
Finalmente puedo sentir cada uno de los sabores en mi boca, poco a poco como si los probara uno por uno y al final todos se unieran en una explosión de sabores y me digo que prepararme estas cenas y consentirme siempre traen el mejor regalo, enamorarme día con con día...
¿Quién dijo que preparar la cena para uno mismo no era emocionante y romántico?
El calor ayuda para que un short y una playera puedan hacerte sentir más cómoda mientras sacas la olla, el destapacorchos, una pala de madera y un vaso, los demás elementos los dejas en la mesa para comenzar con la fiesta de colores, los naranjas, los verdes, el púrpura, el dorado y el negro te acompañan...
Antes que nada y al ritmo de "That's Life" comienzas a sentir el chorro de agua entre tus dedos, que combina perfecto con la suave piel de los higos al lavarlos... Frank Sinatra hace que innevitablemente te sientas en una película clásica en blanco y negro...
Lo siguiente es dejar que el ambiente se llene con el aroma de la canela al fuego y de compañía un poquito de vainilla... desde ahí puedes notar que la habitación ya es diferente... al fondo Billie Holiday con Blue moon hacen que destapes el vino entre nubes.
Dejas que la dulzura te llene la nariz y que mejor si es por el dulce aroma a la miel, la cáscara de una naranja, unas cuantas hojas de menta y Everything de Michael Bublé hace que bailes mientras de contrabando te comes un pedazo de higo que estás rebanando y todo combina y la habitación entera te está haciendo soñar despierta... de nueva cuenta es como si lo vieras todo en una película y te pones a cantar con el micrófono que hiciste con la pala de madera.
Con la llegada de Adele y The One & Only dejas que el vino sea el que envuelva todos los ingredientes mientras te imaginas mil cosas y sonríes ante cientos de recuerdos que se acumulan en tu cabeza y las imágenes hacen este pequeño cortometraje...
Puedes aún en tu nariz sentir un poco del alcohol que poco a poco se va desvaneciendo y finalmente preparas la mesa como si fuera una cena de gala, mientras que apagas el fuego y dejas que enfríe un poco y Louis Armstrong te provoca cambiar la playera y el short por un vestido cómodo y adecuado para la ocasión...
Vacías esta dulce mezcla de olores y sabores en una cama de higos rebanados, al final sabes que un jamón serrando hará que sea toda una experiencia...
Finalmente puedo sentir cada uno de los sabores en mi boca, poco a poco como si los probara uno por uno y al final todos se unieran en una explosión de sabores y me digo que prepararme estas cenas y consentirme siempre traen el mejor regalo, enamorarme día con con día...
¿Quién dijo que preparar la cena para uno mismo no era emocionante y romántico?
