Vamos a jugar a enamorarnos, juguemos a mirarnos
interminables horas contenidas en un minuto, juguemos a la memoria de tu
cuerpo, a las entregas en un beso, a las miradas penetrantes y fijas, juguemos
sólo eso.
Vamos a jugar a enamorarnos y a decirnos “te quieros” y que
pesen más que los “te amo”, juguemos que no existe ni Dios ni el Diablo, ni hoy
ni mañana ni pasado, sin promesas rotas o pecados.
Vamos a jugar a enamorarnos y pensaremos que sólo es un juego, que nada de esto es cierto, juguemos a que nos enamoramos una y otra vez y cada vez que nos veamos, juguemos hasta que nos demos cuenta que en realidad no es un juego sino que todo esto es verdadero pero simplemente lo olvidamos.
Amor, lujuria y pecado... a poco no es tan buen título como “sexo, pudor y lágrimas” es inclusive algo muy similar no??
Ya sé
que había quedado en escribir todo lo que “viniera”, lo cierto es que sigo
pensando que la vida va, pero que hay veces que no voy con ella. Pero trataré
de hacer un breve resumen de estos meses en materia de lo que aquí me impulsa
en escribir… veamos, dónde me quedé…
El amor, el amor... el amor es como el premio que venía en la caja de cereal que sólo obligabas a tus papás a comprar por el dichoso anillo con poderes que venía al final de la caja y comías y comías cereal sólo con tal de ya sacar el premio y al final... ni venía nada o era una tontería o no era como venía en la imagen... y bueno, creo que ya tienen la idea...
No puedo negar que la ilusión que te causa (el tiempo que sobreviva) es inmensa, ese camino que lleva la seducción (que ya habíamos hablado de ella) a la mismísima lujuria es increíble pero como todo lo bueno y excesivo como lo es ésta última, claro que te llevan al pecado... mismo que te lleva directito al infierno en vida y así se crea lo que hoy bautizo como el círculo del circo amoroso... que como los circos de antaño es cruel y anticuado pero todo el mundo se ríe.
Pongamos un ejemplo de la vida cotidiana para bajar más este nuevo concepto.... uno que le pasó a la prima del vecino que conocía a la sobrina del señor diputado que tenía una vecinita que vivía en la sierra pero después se fue a la gran ciudad y ya saben.
Un día cualquiera, conoces a tu alma gemela... lindo no??? Platón y su Banquete se puede retorcer en su tumba!!! jajajajaja (para los que no conozcan la referencia les dejo este link) pero bueno, conoces a tu alma gemela, pero ojo, la vida que no es nada amable ni que te pone las cosas tan fáciles, te tiene una sorpresa o varias, ya sea que esté casado, tenga hijos, sigue casado y tiene hijos, es un poeta y hipie en un mundo capitalista y tú eres economista, contadora o simplemente realista, vive al otro lado del mundo, tiene 7, 15, 20 o 50 años más que tú, tiene un pasado tan... tan... tan cargado que las maletas emocionales son pesadísimas, simplemente no tiene un plan de vida o que sé yo, tal vez todas al mismo tiempo... ah verdad?? A poco no suena ya menos llamativa tu "alma gemela" verdad que es cruel conocerla tarde???
Pero claro, sigues viviendo en el mundo creado por Hollywood y Disney y dices, "por qué no? siempre hay un final feliz" (verdad que ya se están riéndo) entonces sgues la anticuada idea que "el amor lo vence todo" (si no se reían, con esto seguro ya empezó la carcajada) y te avientas... que es igual o peor que aventarte de un avión sin paracaídas porque sabes que te vas a reventar la cara y aún así... te tiras en pleno vuelo.
Obvio, pasa lo que tiene que pasar, como todos los inicios, sacas lo mejor de ti, si no eras deportista ahora lo eres, si no lees parece que te quieres devorar las bibliotecas, ya saben, típico complejo del pavo real con todas sus plumas de colores pero con las patas flacas, llamadas todos los días, las risas, un sexo increíble, todas las emociones a flor de piel... bueno, toda la lujuria, el romance, las provocaciones, los sueños, los planes, etc... en su máximo esplendor.
Pero como la realidad es bien diferente, todo lo anterior parece ser como del drenaje de Tamaulipas (sin ofender a nadie) que saca todo lo peor de las coladeras en las peores de las lluvias, que para nuestro ejemplo, por supuesto que la vida toma delantera y te recuerda una o varias veces que llegaste tarde en encontrar a esta alma gemela porque la realidad te sobrepasa, no puedes desaparecer a la esposa, ni a los hijos, ni al pasado, ni puedes vivir sin dinero, y el sexo es sólo sexo y si todo lo demás está mal, ni ésto que es tan básico y animal está bien y los sueños se rompen, los planes no se cumplen, y el pasado no desaparece y la distancia importa, y la brechas de edad sí se vuelven generacionales y sus indecisiones te rompen la estructura, o te aburres, o te desesperas y tu tolerancia baja, y las peleas son todos los días y te frustras y terminas pensando que tal vez lo mejor es que sigas estando solo, o quedarte con lo más simple, o dejar de buscar una pareja, o ir por tus cosas al otro lado del mundo y regresar y te enfermas de los nervios, te tiras a la depresión, te buscas un amante, terminas con tu amante o simplemente te conformas con lo que hay, con lo que va pasando, lo menos mal ó .... te convences que no hay como tener los pies en la tierra y dejar de pensar que cosas como "almas gemelas", "amores a primera vista", "amores de la vida", "amor eterno" y todos esos conceptos NO existen y te acostumbras al hecho que te llamen fría, calculadora, cínica, irrespetuosa, solitaria, independiente, exagerada, loca, elitista, materialista, voluble, etc, etc, etc...
You who never arrived in my arms, Beloved, who were lost from the start, I don’t even know what songs would please you. I have given up trying to recognize you in the surging wave of the next moment. All the immense images of me – the far-off deeply-felt landscape cities, towers, and bridges, and unsuspected turns in the path, and those powerful lands that were once pulsing with the life on the gods all rise within me to mean you, who forever elude me.
You, Beloved, who are all the gardens I have ever gazed at, longing. An open window in a country house-and you almost stepped out, pensive to meet me. Streets that I chanced upon- you had just walked down them and vanished. And sometimes, in a shop, the mirrors were still dizzy with your presence and startled, gave back my too-sudden image. Who knows? Perhaps the same bird echoed through both of us yesterday, separate, in the evening…
