lunes, 24 de febrero de 2014

Anatomía de los sentimientos

Durante este camino, he aprendido la anatomía de los sentimientos, sí, leyeron bien, la anatomía de los sentimientos o en otras palabras en qué parte del cuerpo se siente cada cosa, como por ejemplo, los nervios de una primera cita...  esos los sientes en la panza, particularmente en la boca del estómago con las famosas mariposas, también sientes un ligero temblor en las manos al acercarte a esa persona y lo ves sentado a un lado de la ventana o la ves que se te acerca con lentes puestos y caminando hacia ti y aún a través del espejo tienes esta sonrisa tan tonta en los labios puesta por el nerviosismo de un "se acerca, se acerca" =D

Los celos que son terribles los sientes en las mejillas, de esas ocasiones en las que tratas de no mover ni un músculo y de no cambiar ni tu actitud, ni tu mirada, ni nada de ti, así que lo sientes en las mejillas y en la comisura de los ojos, un poco en las cejas, claro, no dudo ni tantito que por lo mismo, se te vea en los ojos.

El amor está en el vientre bajo y cuando se rompe (el amor) su fuerza es tan poderosa que sube hasta el pecho y tal cual tsunami borra todo y deja un hueco espantoso y tan profundo que por lo general hace eco tu propia voz.

Las ilusiones las guardamos en el pecho, esas son como un foco, cuando nace, sientes el calorcito que se expande exactamente en medio y la ilusión te ilumina tanto que tus sonrisas son diferentes, y ciertamente lo vez todo con más luz, más feliz, te ríes sola y en cada ocasión ese foco se prende e ilumina y te llena la cabeza con todas las imágenes, sonidos y sensaciones que has pasado en tan solo un microsegundo.

Como cualquier foco, cuando se rompe, los cristales son tan filosos que sientes como te rasguña el pecho, y sienes como pedazo por pedazo van cayendo y aunque el filamento de tu foquito trata de prender sólo es un débil titileo.

Hay tristezas que son tan profundas que las puedes sentir en la espalda y te recorren la columna vertebral pesadamente presionando vértebra por vértebra, es tan fuerte la presión que te puede tirar de rodillas, sin darte oportunidad de levantarte y casi con una imaginaria risa burlona en el oído.


El miedo lo sientes y te sabe en la garganta, el miedo literalmente te asfixia con dos manos imaginarias de metal, que no te deja respirar y cuando logras pasar saliva, tienes fuertemente ese sabor metálico en la boca, estas manos no te dejan mover, de moverte, sería como caer de una horca, esos pequeños movimientos son los que hacen esa sensación en la parte de atrás del cuello, ese escalofrío que te pone los pelos de punta.

La felicidad la sientes en las piernas, en forma de miles de hormigas que te can subiendo, pero no de forma molesta, de las que te hacen saltar en tu lugar y te hacen cosquillas, son tan poderosas estas hormigas que suben hasta los ojos que también te bailan y le jalan a los músculos de la boca y hacen que te duelan los cachetes de tanto sonreír y te ríes casi a carcajadas sin darte cuenta.



Y ustedes en dónde sienten???