lunes, 7 de marzo de 2016

Cómplice...


Hace poco en una pseudo cita (tema de una entrada próxima) me hicieron la típica pregunta "rompe-hielo" de "¿Cuales son las 5 cosas que agarras si hay un incendio en tu casa?" y pese que mi porcentaje de bateo ha bajado, no me fue mal, pero entre las preguntas fue "A quién le llamas si matas a alguien" que irónicamente no hace mucho me había hecho la misma pregunta, quién sería mi cómplice...

Es, sin duda, una respuesta que va cambiando con el tiempo, no porque lo desees, sino porque la vida misma da tantas vueltas que entre que si aprendes (o hace la misma vida que aprendas golpeándote un poco o un mucho), entre que cambias, entre que la gente cambia, entre que cambian las circunstancias... en fin, es una respuesta movible... pero pero la figura del cómplice sigue siendo la misma y más allá de para realmente cometer un crimen, pienso que la figura del cómplice es necesaria.

Yo en realidad por muchos años, pensé que mi hermana era mi cómplice, pero hace poco por desgracia recordé que cuando era niña y no me tomaba la leche del desayuno, le decía a mi mamá y pácatelas... era un buen regaño, claro, lo hacía por mi bien, pero "por mi bien" mi mamá me dió cada regaño antes de ir a la escuela... que bueno... (y se lo decía en inglés, jejejeje).

Así, que no, mi hermana en realidad no fue mi cómplice, pero fue mi hermana mayor, que también eso es bastante bueno, después lo más cercano que vino fue mi novio Oskar, que fue mi mejor amigo en su momento, pero si realmente mataba a alguien... me metería a la cárcel, es muy derecho... y muy correcto, no era del tipo de "vamos a correr y tocamos un timbre" es decir, no era cómplice para hacer travesuras, después vino mi amigo Mario, pero somos tan volubles los dos, que nos hablamos 6 meses y los otros 6 nos dejamos de hablar, sí, sé que si lo llamo aún aunque no nos hablemos sí lleva la pala, pero pese a que lo quiero tanto, no, es un gran amigo, pero es intermitente y como los dos cambiamos de número de teléfono como si fuera confeti... bueh... me costaría trabajo localizarlo al primer timbrazo! jajajaja

Y bueno, después llegó el único que realmente fue mi cómplice.

Lo malo, de la oración anterior es el "fue". :´(

Hay una parte que quiere guardar cada recuerdo y no compartirlo con nadie porque son míos (my precious, my precious)... pero, por otra parte, creo que hasta que no lo saque y haga catarsis... bueno, no podré superarlo y por la regla número uno de las cazadoras (para los que no la sepan aquí la menciono), "tengo que sacarlo de mi sistema".

Cómplice de la raíz de contar con él incondicionalmente y cuidador de tus secretos, los peores, esos que te cuesta trabajo decirlos en voz alta para que no se hagan realidad y se escabullen entre la pena y la necesidad de compartir el peso que traes en la espalda, claro, también compartes sueños, planes, travesuras propias y ajenas, las planeadas y las que se ocurren en el momento, no importa si es hacer una tocar el timbre de la casa de a un lado, o irte de pinta, sacar alguna fantasía o un sueño de ciencia ficción, puedes contar con que hará todo lo que esté a su alcance para volverlo realidad.

Es aquel con el que puedes ser totalmente tú, y mientras más sea uno mismo, más cerca y feliz están. Aquel que tiene el poder de detener el tiempo con un beso, proteger con un abrazo "aeropuerto" y ser mago para que las horas juntos nunca sean suficientes.

Aquel que despierta cada célula, que te impulsa a ser mejor toooodddooosss los días, el que bromea contigo, te hace enojar y con una sonrisa hace que olvides por qué te enojaste, el que aviva a las mariposas, ese del que puedes reconocer su aroma sin importar dónde esté y que también por magia, porque no sé qué otro nombre darle, puede lograr una conexión que haga sobrar las palabras por lo que no hay silencios incómodos, porque la comunicación es a un nivel taaaan profundo... y no sólo de tu mente, de tu cuerpo o de tus sentimientos, es tanto consiente como inconsciente, porque te sientes igual en tus sueños, y si te despiertas a la mitad de la noche, despiertas también a tu cómplice o sabes que fue esa persona la que te despertó o te está llamando a kilómetros de distancia, no sabes cómo lo sabes, pero lo sabes.

Un cómplice, es aquel con el que cada parte de tu cuerpo se ajusta perfectamente al otro, como una pieza de ese rompecabezas del que no sabías que eras parte, así que cada vez que entrelazas las manos, te conectas a esa persona y qué decir de todo lo demás... es la creación de universos enteros por las millones de estrellas que puedes tocar y todo, todo, todo lo disfrutas como si vieras y sintieras al mundo por primera vez.

A un cómplice te entregas tal cual, toda y sin medida, obvio, es cuando más indefensa te encuentras... y por desgracia, cuando más devastada te puede dejar su pérdida y después lo ves por todos lados! De pronto el mundo entero conspira para que todo te recuerde a esa persona, y literalmente lo ves en todos lados, sin importar que sea película, serie de televisión o página de internet, y se vuelve una parte de ti y de tus pensamientos (buenos y malos) que nunca te deja, y es tan fuerte esta presencia que se convierte en la verdadera voz de tu conciencia.

Y te das cuenta que en realidad no hubo nadie antes que esa persona, que todo lo que pensabas que habías sentido de "especial" o amoroso por alguien fue solo una broma de la cual no tenías ni idea que lo verdadero era otra cosas totalmente diferente, porque con tu cómplice todo el mundo tiene sentido, tiene propósito, tiene luz.

Y entiendes que tu alma, tu mente, tu espíritu y tu cuerpo en algún momento era parte de uno sólo, que se separó para ser dos y que cuando encontraste a este cómplice, volvieron a ser un ente completo.

A éste cómplice, lo admiras, te enorgulleces de él, puedes pasarte horas viéndolo y puedes encontrar todas las imperfecciones del mundo, que lo hacen perfecto para ti, hermoso en todos sentidos y es inevitable que no lo ames con tal magnitud... desafiante a cualquier cosa y entonces no puedes hacer otra cosa más que hacer lo mejor para él, lo que a mediano y largo plazo le va a traer más felicidad, lo correcto, lo honorable, lo intachable.

Y sí, debo de confesar que si por un momento durante todo este blog alguién pensó que había amado profundamente, eternamente o encontrado al amor de mi vida... pues no, por sorprendente de que parezca, absolutamente todo, en todas las dimensiones se queda corto y no hay comparación... ni la más mínima!!!!

Y como cada choque de estrellas de neutrones, estas fuerzas tan poderosas y radicales, que maximizan todo... cuando estallan.... cuando se van, cuando se separan... solo dejan un hoyo negro... el vacío.






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